Cambio climático, desequilibrio social y avances tecnológicos son temas que nos bombardean a diario. Pero, ¿quién tiene la responsabilidad de plantear soluciones?, ¿los adultos o las nuevas generaciones?
Hace un tiempo apareció en LinkedIn la siguiente publicación de una empresa de marketing que tiene oficinas por todo el mundo, donde se detallaban las cualidades que consideraban relevantes para contratar empleados, que reflejan en cierta medida la necesidad mundial por alcanzar una sociedad sostenible:
“Somos una organización que prioriza a las personas, lo que significa que los humanos que contratamos importan más que nada. Se trata de cómo nos tratamos unos a otros. Las habilidades duras se pueden enseñar, pero estas 13 habilidades blandas son el núcleo de lo que buscamos al tomar decisiones de contratación. Si esto te resuena, te recomendamos que presentes tu solicitud en nuestro sitio web. ¡No podemos esperar para conocerte!”
Gratitud, conciencia de sí mismo, responsabilidad, optimismo, empatía, amabilidad, tenacidad, curiosidad, paciencia, convicción, humildad, ambición, sinceridad."
Actualmente, son muchas las organizaciones que empezaron a poner el foco en las habilidades socioemocionales de sus colaboradores, ya que estos pasaron a definir cuán preparados estamos para vivir en un mundo que nos desafía a diario a adaptarnos, a aprender siempre y, sobre todo, a convivir mejor con los demás para alcanzar un desarrollo sostenible.
Desde el modelo educativo de la Red de Escuelas Técnicas Roberto Rocca, reconocemos la capacidad de cada niña, niño y joven, como individuo que tiene el potencial de alcanzar un desarrollo personal integral, y que puede crear y contribuir al cambio positivo de la comunidad. Buscamos dar un acompañamiento integral a cada joven, para que desarrolle su potencial al máximo. Aseguramos que encuentre un espacio de contención, y, sobre todo, de desarrollo positivo, ofreciendo instancias para mejorar de forma personalizada los aspectos psicosociales y académicos, brindándole la oportunidad de encontrar nuevos talentos, aportar a la vida escolar, desarrollar habilidades socioemocionales y para el trabajo, e ir consolidando, a lo largo de su trayectoria, un Plan de Vida y Carrera que sirva de supercarretera hacia la consecución de sus propios objetivos y la realización de su propio proyecto de vida.
Considerando que los problemas actuales no pueden solucionarse en base a los paradigmas que los crearon, desde nuestro modelo educativo trabajamos los contenidos pensando en proveer de forma segura las herramientas necesarias para que las nuevas generaciones asuman este reto. Es por esto, que el modelo se encuentra alineado con el compromiso que han tomado los 193 países miembros de las Naciones Unidas en 2015 con la ambiciosa agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el año 2030. Somos conscientes de que ningún desarrollo puede sostenerse si prescinde de las personas y de sus vínculos. Y es aquí donde las habilidades socioemocionales juegan un rol protagónico.
Las personas con habilidades socioemocionales desarrolladas de acuerdo a su edad, están mejor preparadas para atravesar los desafíos cotidianos, relacionarse positivamente con los demás y tomar decisiones responsables para sí mismos y para su entorno. La educación socioemocional ayuda a las y los estudiantes a prosperar en la escuela y en la vida.
Las personas no nacemos sabiendo cómo gestionar las emociones, resolver problemas y llevarnos bien con los demás. Este tipo de competencias deben ser desarrolladas explícitamente, de forma transversal y desde un plan pedagógico integral centrado en el estudiante y su entorno.
Estamos de acuerdo en que, para lograr una transformación en el mundo, es necesaria una transformación interior, por lo que se hace indispensable incluir la dimensión socioemocional en todos los ámbitos de formación humana.
¿Cómo lo hacemos?
Desde el modelo educativo de la Red de Escuelas Técnicas Roberto Rocca basamos el plan de aprendizaje de habilidades socioemocionales en CASEL (Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning)[1]. El mismo se focaliza en cinco dimensiones de competencias que conforman el aprendizaje socioemocional:
- Autoconciencia: comprender emociones, pensamientos y valores, y cómo influyen en el comportamiento en distintos contextos. Identificar fortalezas y necesidades, y construir una mentalidad de crecimiento.
- Autocontrol: manejar las propias emociones, pensamientos y conductas, controlando los impulsos para establecer y alcanzar metas.
- Conciencia social: ver las cosas desde la perspectiva de los demás y mostrar empatía, incluyendo comprensión por los diversos orígenes, culturas y contextos.
- Habilidades para relacionarse: habilidades de comunicación, cooperación y resolución de conflictos para establecer y mantener relaciones saludables para navegar eficazmente en entornos con individuos y grupos.
- Toma de decisiones responsables: la capacidad para tomar decisiones y elecciones constructivas sobre el comportamiento personal e interacciones sociales en diversas situaciones, pensando las consecuencias de nuestros actos.
De acuerdo con The Society for Research in Child Development y CASEL, las y los estudiantes que son parte de un programa socioemocional de aprendizaje, mejoran su rendimiento académico en un promedio de 11 puntos porcentuales, aumentan sus comportamientos prosociales (como la bondad, el compartir y la empatía), mejoran sus actitudes hacia la escuela y reducen la posibilidad de presentar síntomas de depresión y estrés[2]. Además, aumentan su bienestar general, incluyendo no sólo mejoras en la salud mental, sino también en la salud física y relaciones sociales.
A corto y mediano plazo, el aprendizaje de habilidades socioemocionales permite a las y los estudiantes tener éxito en la escuela y en la vida diaria cuando se conocen y manejan responsablemente por sí solos, comprenden las perspectivas de los demás y pueden relacionarse eficazmente con otros, saben tomar decisiones responsables sobre cuestiones personales y sociales.
A largo plazo, una mayor competencia social y emocional puede aumentar la probabilidad de graduarse de la escuela secundaria, la preparación para la educación postsecundaria, el éxito profesional, las relaciones familiares y laborales positivas; puede mejorar la salud mental, disminuir la conducta delictiva y generar ciudadanos más comprometidos.
Por otro lado, la adquisición de estas habilidades [socioemocionales] refuerza la capacidad de adquirir o potenciar otras habilidades, como las cognitivas.
Pensando en un mundo sostenible, con ciudadanos que piensen y actúen sosteniblemente, ofrecemos a las niñas, niños y jóvenes que asisten a nuestros programas, contenidos curriculares creados y curados para ellos en ambientes seguros de aprendizaje.
Tenemos como objetivo ayudarlos a desarrollarse como personas preparadas para identificar problemas y diseñar estrategias para solucionarlos. Capaces de reconocerse a sí mismos, gestionar sus emociones, utilizar sus habilidades y que, al mismo tiempo, puedan reconocer y respetar las de los demás miembros de su familia y comunidad.
Suena sencillo, pero conlleva un trabajo minucioso y articulado. Las niñas, los niños y los jóvenes son los futuros gestores del desarrollo y de la movilidad social. En muchas circunstancias, las habilidades socioemocionales aumentan las posibilidades de salir de la pobreza ya que permiten alcanzar mejores propuestas laborales, mantenerlas y rendir mejor en ellas. Las habilidades socioemocionales permiten tener vínculos más saludables en la familia, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
Si como afirma la UNESCO todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están integrados y la acción en un área afectará los resultados de otras áreas, entonces las habilidades socioemocionales son, sin duda, el hilo conector entre todos los ODS para poder contribuir a disminuir la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para 2030 todas las personas disfruten de mayor paz y prosperidad.
#ProgramasRobertoRocca #ETRR #RobertoRoccaEducacion #SEL #HabilidadesSocioemocionales #AprendizajeSignificativo
[1] Durlak, J.A., Weissberg, R.P., Dymnicki, A.B., Taylor, R.D., & Schellinger, K.B. (2011). "The impact of enhancing students' social and emotional learning: A meta-analysis of school-based universal interventions." Child Development.
[2] Hawkins, J.D., Kosterman, R., Catalano, R.F., Hill, K.G., & Abbott, R.D. (2008). "Effects of social development intervention in childhood 15 years later." Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, 162(12), pp.1133-1141.
Macarena Carregal: es coordinadora del Equipo de Orientación Educativa en la Red de Escuelas Técnicas Roberto Rocca (desde Campana, Argentina), donde lleva a cabo proyectos de desarrollo personal, clima escolar, plan de vida y carrera, mentorías, familia y comunidad. Macarena estudió Licenciatura en Psicopedagogía en la Universidad Católica Argentina. Se ha especializado en educación emocional, aulas heterogéneas, metodologías de enseñanza activa, disciplina positiva, escuela de padres y mindfulness. A lo largo de su trayectoria, Macarena ha acompañado a docentes, familias y estudiantes como referente de orientación escolar en nivel inicial, primario y secundario y también ha trabajado realizando clínica psicopedagógica con personas con problemas de aprendizaje.
Mónica Estévez: es profesional en Derecho, recibida en la Universidad de Cartagena, Colombia; bibliotecaria escolar certificada (Southern Association of Colleges and Schools) y Coach (Escuela Latinoamericana de Coaching and Mentoring). Desde 2008 ha trabajado en el sector educativo como bibliotecaria escolar y, a partir de 2013, como coordinadora de los programas educativos y comunitarios de la Fundación TenarisTuboCaribe.